¿Tienes dudas?
Tranqui, es normal.


Seguro que alguien ya haya pasado por lo mismo que tú, así que echa un vistazo a las preguntas más frecuentes y encuentra respuestas a tus preocupaciones.

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1¿Por qué siempre me comparo con los demás y siento que nunca soy suficiente?
Compararte con los demás es algo que muchas personas experimentan, especialmente con el auge de las redes sociales, pero puede afectar negativamente tu autoestima. La clave está en reconocer que cada persona tiene su propio camino y sus propios desafíos. Desarrollar la autocompasión y enfocarte en tus propias cualidades y logros, en lugar de compararte constantemente, es un paso hacia mejorar tu autoestima.
2Me cuesta mucho confiar en los demás, no me fio ni de mis amigos más cercanos. ¿Qué puedo hacer?
La confianza se construye con el tiempo y puede verse afectada por experiencias pasadas. Si sientes que es difícil confiar, podría ser útil reflexionar sobre experiencias anteriores que hayan afectado tu capacidad para hacerlo. Trabajar en la comunicación abierta con tus amigos y en la autoexploración a través de la terapia podría ayudarte a entender mejor tus miedos y a fortalecer tus relaciones.
3Mi novio/a necesita mucho espacio y a veces eso me hace sentir inseguro(a). ¿Es malo pedirle que pasemos más tiempo juntos?
Es natural que cada persona en una relación tenga diferentes necesidades en cuanto al espacio personal y la cercanía emocional. Lo importante es que ambos puedan comunicar abiertamente sus necesidades sin que uno de los dos se sienta mal por ello. Pedir más cercanía no es malo, pero también es esencial respetar el espacio que tu pareja necesita. El equilibrio se encuentra al entenderse mutuamente y llegar a acuerdos que les permitan sentirse seguros y cómodos en la relación. Una conversación honesta puede ayudar a encontrar ese punto medio.
4Últimamente me quedo en casa solo/a y nada me motiva. ¿Qué puedo hacer?
Es normal que, en algunos momentos de la vida, te sientas desmotivada y prefieras aislarte, pero si esto se está volviendo frecuente, es importante que prestes atención a cómo te afecta. A veces, la falta de motivación puede estar relacionada con emociones no expresadas o con sentirse desconectada de lo que te rodea. Puedes comenzar por intentar pequeñas acciones, como salir a caminar, hablar con un amigo o realizar actividades que solían gustarte, incluso si al principio no sientes muchas ganas. También puede ser útil buscar apoyo profesional para entender mejor lo que está sucediendo y encontrar herramientas que te ayuden a recuperar tu motivación y bienestar.
5Estoy en una relación de pareja con la que no estoy contento/a pero no sé cómo salir de aquí ¿Qué hago?
Sentir insatisfacción en una relación es una señal importante de que algo no está funcionando como necesitas. Es crucial reflexionar sobre lo que te está haciendo sentir así, ya sea una falta de conexión emocional, problemas de comunicación o cambios en tus expectativas. Pregúntate si ves la posibilidad de mejorar la situación hablando abiertamente con tu pareja o si, por el contrario, ya no sientes que la relación pueda ofrecerte lo que buscas a largo plazo. Este tipo de reflexión te ayudará a entender mejor tus emociones y lo que realmente necesitas para sentirte pleno/a.

Si después de evaluar tus sentimientos decides que lo mejor es salir de la relación, recuerda que está bien sentir miedo o incertidumbre, ya que los cambios grandes suelen generar esas emociones. Es importante que priorices tu bienestar emocional y te apoyes en personas cercanas o en un profesional, si es necesario. Lo más valioso es que puedas encontrar una situación donde te sientas feliz y en paz contigo mismo/a, ya sea dentro o fuera de la relación actual.
6Últimamente siento que todo me queda mal, no me veo bien con nada ¿Qué me pasa?
Sentir que nada te queda bien o que no te ves bien con nada puede estar relacionado con una autopercepción negativa que va más allá de la apariencia física. Este tipo de sentimientos suele surgir cuando atraviesas un momento de baja autoestima o cuando estás lidiando con emociones difíciles, como el estrés, la ansiedad o la insatisfacción en alguna área de tu vida. Estos factores pueden distorsionar la manera en que te ves a ti mismo/a, haciéndote sentir que no estás a la altura de tus propias expectativas, incluso en aspectos superficiales como la ropa o la imagen.

Es importante que explores si hay situaciones recientes que estén afectando tu estado emocional, como cambios en tu entorno, relaciones, o alguna presión interna o externa. La insatisfacción con la propia imagen puede ser un síntoma de algo más profundo que necesita atención, como un conflicto interno o una sensación de no sentirte suficiente. Te sugeriría que hables de estos sentimientos con alguien de confianza o con un profesional que pueda ayudarte a entender mejor lo que estás experimentando y a fortalecer tu autoconfianza.
7Siento que mis amigos no entienden que no quiera salir de fiesta ¿Qué puedo hacer?
Es común que surjan malentendidos cuando tus intereses o necesidades cambian y ya no coinciden con los de tu grupo de amigos, como cuando prefieres no salir de fiesta. Lo primero que puedes hacer es comunicarles de manera clara y honesta cómo te sientes. Explícales que, aunque valoras su amistad, en este momento prefieres dedicar tu tiempo a otras actividades o descansar. No tienes que justificarte en exceso, solo expresar que, aunque no siempre participes en los planes de salir, sigues apreciando su compañía y la relación que tienen.

Es importante también que establezcas tus límites de manera respetuosa, pero firme. A veces, los amigos pueden no entender de inmediato, sobre todo si salir de fiesta ha sido una parte central de su convivencia. Si no están de acuerdo o te presionan, recuerda que tienes derecho a elegir cómo pasar tu tiempo sin sentirte culpable. Con el tiempo, los verdaderos amigos respetarán tus decisiones y se adaptarán a encontrar formas de pasar tiempo juntos que sean cómodas para todos.
8Antes de hacer una presentación en clase me tiemblan las manos y tengo ganas de vomitar ¿Qué puedo hacer para evitarlo?
Es muy común sentir ansiedad antes de una presentación, y los síntomas físicos como el temblor de manos o las ganas de vomitar son respuestas naturales del cuerpo al estrés. Para manejar estos nervios, una técnica útil es practicar la respiración profunda: inhalar lentamente por la nariz y exhalar por la boca puede ayudarte a calmar el sistema nervioso y reducir esos síntomas. Además, visualizarte teniendo éxito durante la presentación, en lugar de anticipar lo peor, puede cambiar tu perspectiva y hacerte sentir más segura.

Otra estrategia es la preparación. Cuanto más practiques tu presentación, más cómoda te sentirás con el material, lo que reducirá el nerviosismo. Aunque es difícil eliminar por completo los nervios, aceptarlos como algo natural puede ayudarte a manejar mejor la situación. En lugar de luchar contra esos sentimientos, intenta enfocarte en el contenido y la conexión con tu audiencia.

Es normal tener preguntas y/o no saber por dónde empezar.

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